Dentro de las líneas de trabajo previstas en el Proyecto se encuentra la acción A3 “Inventario de especies de interés comunitario de LIC/ZEPA Fluviales y Humedales Mediterráneos en Castilla y León” que, entre sus objetivos, incluye el estudio de ciertos grupos taxonómicos indicadores de la calidad de los ecosistemas fluviales y humedales de los que, o bien hay un escaso conocimiento de los mismos a nivel de Castilla y León o bien, pese a contarse con registros históricos de información, es necesario proceder a su actualización, como es el caso del cangrejo de río autóctono o cangrejo europeo (Austropotamobius pallipes).
Durante este siglo, las poblaciones de cangrejo europeo se han visto notablemente afectadas tanto en su distribución geográfica como en su abundancia debido a enfermedades (afanomicosis) y a la alteración de su hábitat. La especie autóctona de cangrejo de río de Castilla-León, Austropotamobius pallipes, ha sufrido una fuerte y dramática regresión en la península Ibérica durante los últimos 40 años. Los motivos de esta brusca regresión se deben, primero a la introducción de especies americanas de cangrejo de río: cangrejo señal (Pacifastacus leniusculus) y cangrejo rojo (Procambarus clarkii), ambas portadoras crónicas del hongo (Aphanomyces astaci) causante de la enfermedad conocida como peste del cangrejo o afanomicosis, a la alteración de los ecosistemas fluviales por el hombre: canalizaciones, dragados, extracciones de agua, contaminación de las aguas, etc., y a la sequía que en los últimos años que ha afectado muchos de los hábitats marginales donde esta especie permanece.
El hongo patógeno causante de esta enfermedad es un parásito obligado del cangrejo de río que sólo se mantiene de forma crónica en los cangrejos portadores de ella, es decir, en los cangrejos americanos. No existen otros vectores ni portadores de la afanomicosis a parte de los propios cangrejos. El establecimiento de especies americanas representa focos de dispersión de la enfermedad. Desde su introducción, las poblaciones de cangrejo autóctono sufren una constante regresión y pérdida de diversidad. Recientes estudios genéticos han mostrado la existencia de al menos 20 haplotipos de cangrejo autóctono en la Península Ibérica (Pedraza-Lara et al., 2010; Calleja et al., 2013), y la existencia de poblaciones con distinta resistencia a la enfermedad (Diéguez-Uribeondo, J., 2015).
En Castilla y León, según la base de datos de la Agencia Europea de Medio Ambiente (http://eunis.eea.europa.eu/species/43) esta especie está presente en 22 espacios Natura 2000, de los cuales 3 están incluidos en la región biogeográfica atlántica y 19 en la región biogeográfica mediterránea, 5 de ellos incluidos en el ámbito de este Proyecto LIFE.
En Castilla y León la tendencia es regresiva, mientras que en otras Comunidades Autónomas (como por ejemplo en Andalucía, Cataluña, Castilla La Mancha, Aragón, País Vasco, Navarra y Comunidad Valenciana), se está produciendo un significativo aumento fruto de las reintroducciones realizadas por parte de la administración, con ejemplares traslocados o procedentes de cría en cautividad, que han permitido aumentar el área de distribución tras la mortalidad causada por la afanomicosis que compensan en número pero no en extensión las poblaciones perdidas.
Para poder conocer la situación real de nuestras poblaciones de cangrejo de río autóctono y poder afrontar con ciertas garantías un hipotético proceso de reintrodución de la especie, es necesario tener información de su estructura genética, filogenia, y prevalencia y resistencia a afanomicosis en las poblaciones de Castilla y León, así como la identificación de cuerpos de agua óptimos para la reintroducción.
El trabajo realizado en el marco del proyecto Medwetrivers se puede consultar desde la página correspondiente a la Acción A3, o bien diréctamente a través de este enlace.